Marco Antonio

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Retrato de Marco Antonio. Presenta una frente ancha y corta que retrocede desde unos abultados arcos supraciliares, tiene una barbilla muy prominente y fuerte mandíbula. El cráneo es cuadrangular, con aspecto macizo, reforzado por un cuello robusto con la nuez destacada. En el rostro, carnoso, destacan los grandes ojos sobre unos pómulos muy marcados. La boca esboza una leve sonrisa, encuadrada por líneas que parten de las aletas de la nariz. Su expresión combina la implacable dureza del militar republicano con una acentuada flacidez. El cabello se ordena sobre la frente en mechones hacia el exterior desde una bifurcación central, prosiguiendo en esta dirección los laterales, mientras que por debajo del ángulo de las sienes los mechones cambian de dirección y se orientan hacia el centro.

Ciertos aspectos del trabajo del cabello apuntan a que el carácter claudio del peinado se debe a una reelaboración, en la que un segundo escultor habría eliminado la anástole (el abultamiento en el cabello sobre la frente propio de los monarcas helenísticos), remodelando el resto de la cabellera. Sin duda, el motivo de estas modificaciones habría residido en la eliminación de las referencias helenísticas, que no habrían sido bien vistas en la corte de Claudio, siempre reacio a ser vinculado con símbolos monárquicos. 

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